miércoles, 9 de julio de 2014

Ilusión de causalidad y culpabilidad


Una de las claves que utilizamos para aprender a diario es la contigüidad. ¿Qué es eso?
Imagina que ves a alguien que aprieta el interruptor y la luz se enciende. Al acto de apretar el botón le sigue otro: el encendido. Aunque no conozcamos bien el mecanismo, de forma rápida pensamos que el segundo suceso es consecuencia del primero. ¿Por qué? Porque el segundo viene precedido del primero. Esto es lo que se llama "contigüidad espacio-temporal".

A diario, todos nosotros utilizamos esta clave para aprender de forma rápida, y poder así predecir y controlar nuestro futuro más inmediato. Casi no nos damos ni cuenta, pero es algo que llevamos haciendo durante años.

Esto que normalmente supone una ayuda inestimable, puede llevarnos también al engaño e incluso a la muerte. Un ejemplo muy claro podemos verlo en la siguiente broma (es la que sale a partir del minuto 1:35 y hasta el 3:45).




Un operario pide ayuda. La persona que se acerca no tiene ningún control real sobre el aparato. Toca el mando y acto seguido el trabajador se hunde bajo las aguas. ¿Podrías vivir con eso si fuera una situación real? Te acercas a ayudar, lo haces mal y alguien fallece... Menos mal que se trata de una broma, ¿no? Lo interesante es, que a la acción que toma la víctima del engaño le sigue el hundimiento, y es de nuevo la contigüidad lo que le puede llevar a pensar que es responsable de lo sucedido. En este caso no lo es en realidad, es entonces cuando se dice que se ha producido una "ilusión de causalidad". Nuestro acto parece la causa, pero se trata de un espejismo de nuestra mente. En la magia por ejemplo, esto es algo que se emplea constantemente.

Los timadores a veces utilizan también la contigüidad para engañar a sus víctimas. Imagina que la consecuencia de tus acciones supuestamente causara daños materiales. ¿Estarías dispuesto o dispuesta a pagar si te ves como el causante de lo ocurrido?

Y en nuestra vida, ¿cuántas veces nos habremos sentido responsables o nos hemos podido sentir culpables de cosas sobre las que no teníamos realmente control, engañados por un espejismo de nuestra propia mente?


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